El punt lila tuvo una función de atención, información y sensibilización, concebido como un espacio seguro de ayuda a victimas de cualquier agresión sexista. Fue atendido por las voluntarias de la asociación feminista del municipio, que recibieron una formación previa, en la cual se dio a conocer el protocolo de actuación.
Al público se facilitó a modo de sensibilización pulseras con los números de teléfono de ayuda y marca páginas con el lema de Crevillent lliure d’agressions.